La primera fue un tiro de media distancia de Casemiro que lo rechazó volando contra su palo izquierdo. Después le ahogo con el pecho el grito a Neymar, quien apareció libre en el centro del área y pateó una especie de penal en movimiento tras un buscapié de Paquetá. Finalmente, en ese rebote, se lució con una estirada fantástica para contener un disparo frontal de Richarlison a quemarropa.
Finalmente, la resistencia de Perú se rompió gracias a la habilidad de Neymar. El Diez apareció por izquierda en un contragolpe, juntó tres marcas en el borde del área y escapó con un caño tras una pisada para lanzar el centro atrás que encontró libre a Paquetá. El jugador del Olympique de Lyon tuvo que empujar la pelota de zurda para macar el 1 a 0 y desatar la alegría del país anfitrión. De esta manera, la primera mitad terminó con ventaja mínima para Brasil que fue superior en el juego y pudo incluso haber marcado algún tanto más.
La primera de peligro de la segunda parte fue justamente para Perú en un contragolpe en el que Lapadula pudo escapar de la marca de Thiago Silva por derecha, enganchó para su zurda y desenfundó un disparo no demasiado esquinado que obligó a Ederson a responder. De inmediato, el recién ingresado García probó con dos disparos no demasiado peligrosos que sirvieron al menos para encender las alarmas de Brasil.
El combinado peruano pudo adelantar las líneas y por momentos acorraló al defensor del título, pero se expuso a un posible contragolpe. Tité mandó entonces a la cancha a Everton Ribeiro, en lugar de Everton, pero la tónica del juego no cambió demasiado y se siguió jugando lejos de las áreas.
Pese a que ambos entrenadores siguieron haciendo cambios, ninguno pudo lograr encontrar la llave para lastimar al rival. Brasil retrocedió metros en el terreno pero no elaboró ningún contraataque demasiado riesgoso paras Gallese y por su parte Perú tampoco consiguió generar demasiado peligro, pese a que tuvo más la pelota y se alejó de su arco.
De esta manera, el duelo se terminó con el 1 a 0 en el marcador y el conjunto de Tité se quedó con el boleto a la gran final de la Copa América que disputará el sábado en el Maracaná ante el vencedor de la llave que definirán Colombia y la Argentina este martes. Brasil llega a esta instancia por segunda edición consecutiva, después de haberse consagrado en 2019, cuando también fue local. En este certamen ganó cinco partidos, los últimos dos por la mínima, y sólo empató uno, ante Ecuador en la última jornada del Grupo B.