Básquet
Quilmes le ganaba a Peñarol, 63 a 48, cuando el partido tuvo que ser suspendido por serios incidentes entre ambas parcialidades. El peor final posible para una noche que pintaba ser una fiesta. No hubo detenidos y cuatro efectivos policiales sufrieron heridas leves.
5 de octubre de 2024 19:10:00
La fiesta en las tribunas era completa, porque "milrayitas" y "tricolores", esos hinchas genuinos que fueron a disfrutar de un clásico único, como no hay otro en el país, le habían aportado el marco ideal a lo que intentaron mostrar en la cancha los jugadores de ambos equipos (de comportamiento ejemplar, por otra parte).
Las provocaciones se iniciaron en el sector VIP del Polideportivo "Islas Malvinas", que hizo las veces de "pulmón" para separar ambas parcialidades. La intervención de un insuficiente cordón policial hizo pensar que todo iba a quedar allí. Pero no. Bastó que uno de cada lado se atreviera a dar un paso más, y los insultos fueron reemplazados por los golpes.
El éxito de un operativo de seguridad depende tanto del número de efectivos como de su correcta ubicación y utilización. En esta ocasión, algo falló, más allá de la injustificable postura bélica de los inadaptados sociales que nunca faltan.
En el intento por ahogar el incipiente foco de violencia en el sector VIP, se descuidó el sector alto del estadio. Por allí cruzaron ambas parcialidades para encontrarse en el medio. Cuando reaccionaron los uniformados ya era tarde. El choque se produjo justo frente al sector de cabinas y pupitres de prensa. La turba enceguecida pasó -literalmente- por encima de los periodistas, arrojando objetos, sillas, destrozando butacas del estadio y golpeándose a mansalva. Un pandemónium que pudo haber sido incluso peor, porque agentes del orden ubicados en otro sector, afortunadamente, contuvieron a buena parte de la barra "milrayitas" que intentaba llegar por el anillo perimetral.
El saldo fue grotesco. Policías y simpatizantes heridos, daños materiales (que se podrán reparar) y daños a la ilusión (en este caso, irreparables). Los dos clubes quedaron expuestos a posibles denuncias y sanciones porque lo que sucedió fue realmente grave.
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