Súper operativo para el clásico de Avellaneda

El clima en Independiente está muy caldeado y este domingo se jugará el clásico de Avellaneda en el Libertadores de América. Pero a pesar de los rumores interesados que surgieron en cuanto Fabián Doman comunicó el martes su renuncia a seguir presidiendo el club y se realizó una marcha de socios genuinos y varios barras disidentes a la sede, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) nunca tuvo la intención de que el partido fuera a puertas cerradas.

Esa determinación la sostuvo el propio titular del Aprevide, Eduardo Aparicio, aunque no significa que no haya máxima preocupación por un partido que se estima, por lo pronto en las tribunas, muy caliente. Por esa razón ayer por la tarde se llevó a cabo una reunión ampliada en la que participaron 17 personas de todas las agencias involucradas para armar un súper operativo que contará con 770 efectivos y algunas particularidades bastante llamativas.

En primer lugar hay que resaltar que para un clásico sin público visitante, las calles de Avellaneda estarán pobladas de 650 hombres de la Bonaerense, que es un número significativamente mayor a otros clásicos en los que habitualmente la cantidad no superaba los 450. A su vez, se contrataron 120 personas pertenecientes a empresas de seguridad privada para reforzar todo el control dentro del estadio.

Además se estableció que el operativo comenzará a las 11.30 de la mañana, cinco horas antes del pitazo inicial, y que no hay horario acordado de cierre, pese a que en principio se espera para las 19.30 teniendo en cuenta que el encuentro finalizará a las 18.30, pero quedó en claro que si tras el resultado hay que extender el horario por manifestaciones o marchas, todo el personal tiene que estar a disposición.